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En 1815, a los escasos 18 años de edad, Shelley sufre el   El alumbramiento de Frankenstein, por tanto, está
          fallecimiento de su hija nacida prematuramente. Habiendo   acompañado de esta singular caída en unos grados
          vivido inicialmente los candores de la maternidad para   de la temperatura del planeta, matizado con inusuales
          luego experimentar el anverso de esa amarga moneda   nevadas  en lugares  cercanos  al trópico y abundantes
          con la estocada de la muerte, no es, entonces, extraño   lluvias en los polos.
          que nuestra autora gane carga emocional y se exorcice
          literariamente de este dolor para recrear con verosimilitud   De modo que nuestros viajeros, apenas hospedados se
          su monstruo literario.                               ven sitiados por una persistente lluvia y forzados a una
                                                               reclusión  obligatoria  y  abatidos  por  el  tedio.  El  grupo
          En plan de recuperación emocional abandona un Londres   decide, abrigados por la chimenea y el gusto de hallarse
          sitiado por las máquinas gestantes de la Revolución   entre amigos, entretenerse inventado historias de terror.
          preindustrial y se marcha con la idea de disfrutar de un   Resultado de este ejercicio intelectual Mary Shelley
          paradójico verano en Suiza. La acompañan cuatro viajeros   concibe a Frankenstein, mientras que Polidori escribe la
          más: su esposo Percy Shelley, su hermana Clare Clairmont,   obra El vampiro, que servirá de inspiración a Bram Stocker
          el poeta Lord Byron y su médico de cabecera e intelectual   (1897) para el celebérrimo Drácula.
          aficionado a la literatura, William Polidori.
                                                               Los temas de la Ciencia Ficción

                                                               Es recurrente que la Ciencia Ficción trate los temas de
                                                               su presente en forma crítica. Shelley, adereza su trama
                                                               apoyada en los avances científicos de su época asociados
                                                               a  la  electricidad.  La  autora  conocía  de  las  experiencias
                                                               de Galvani (1780), quien había demostrado que la
                                                               médula espinal de una rana muerta reaccionaba ante
                                                               pequeñas descargas eléctricas; había descubierto por
                                                               casualidad,  mientras  disecaba  la  pata  de  una  rana  y  su
                                                               bisturí tocaba casualmente un gancho de cobre que  se
                                                               producía una descarga que contraía la extremidad. Galvani
                                                               infirió erróneamente que la electricidad era propia de los
                                                               animales por lo que bautizó el hecho como “electricidad
                                                               animal”. Es su  colega  Alessandro  Volta (1800)  quien
                                                               desvirtúa la conjetura de Galvani sacudiendo cadáveres
                                                               humanos, vía electroshock, haciéndolos bailar la “danza
                                                               de las convulsiones tónicas”. Su conclusión es que “el
                                                               organismo ya cesado conserva la capacidad de conducir
                                                               los impulsos”.

                                                               En  esa época moderna,  Stanley Miller y  Harold
                                                               Clayton (1953), plantean que la vida podría originarse
                                La novia de Frankenstein - 1935  espontáneamente y llevan a cabo un experimento que
                                                               recrea, en laboratorio el origen de la vida. Preparan una
                                                               sopa molecular de metano, amoníaco, dióxido de carbono,
                   Es recurrente que la Ciencia                hidrógeno y agua a la que aplican una descarga de 60.000
                   Ficción trate los temas de su               voltios y consiguen así formar los aminoácidos claves en
                  presente en forma de crítica.                la arquitectura orgánica.
                                                               Pero la imaginación de Shelley ya había superado mucho
                                                               antes esta andanada de electrones; levantó a Víctor
          Su estadía coincide con el año 1816, de singulares   Frankenstein sacudiéndolo con 100.000.000 voltios que
          características y registrado para los anales bajo infaustos   fue el veneno fijado en los colmillos de un relámpago. Con
          apelativos, tales como: “año sin verano”, “el verano que   tremendo voltaje, su engendro quedó firme de por vida
          nunca fue”, “mil ochocientos”, “hielo y muerte”. La causa   entre los estantes de miles de lectores, inclusive, entre
          de tal suceso se conecta con la erupción del volcán   aquellos pocos asiduos de la Ciencia Ficción.
          Tambora (5 de abril de 1815), coloso situado muy lejos,
          en Indonesia que arroja 1.500.000 toneladas de polvo,
          menguando dramáticamente la luz solar e instaurando un       Este artículo continuará en la edición No. 26 de revista Leo
          riguroso y obligado invierno volcánico.

                                                                                        ¿FICCIÓN, MAGIA O FANTASÍA?  19
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