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¿Qué visitar?
Entre un aroma dulce a cane- Sus balcones prominentes, y 40, quienes hicieron de esta ca-
la y licor, con tejados que gotean techos adintelados, acabados de lle su centro de expresión artística.
agua de anís, al son de pasacalles madera y cal arrastran a sus visitas La Ronda fue casa y refugio de los
y albazos el barrio angosto se aso- a un lugar donde el tiempo parece más prominentes intelectuales de
ma. Dicen sus vecinos que es una haberse detenido en sus piedras. la época como el poeta ambateño
“morada de cantores y poetas”. Sus casas modestas con puertas Pablo Valarezo que vivió en la casa
Eran parte de la bohemia “La Casa de quicio, muros lisos, ventanales de la Negra Mala, consagrada a la
del Murcielagario” y “El Palacio del pintados de geranios coloridos, en- tertulia literaria y bohemia de poe-
Diablo”: los bares y cabarets más cierran historias de romance, tertu- tas y músicos como Jorge Carrera
concurridos. Se encontraban en el lia, música y poesía. Andrade, Augusto Arias, Carlos
subterráneo de dos domicilios del Guerra, entre otros. Sergio Mejía
tradicional barrio quiteño: La Ron- Manteniendo la arquitec- compuso el pasillo “Negra Mala”,
da. A finales del siglo XIX fue en- tura colonial en las fachadas, lu- dedicado a la dueña de la casa.
trada para los viajeros que venían minarias, balcones y cubiertas el
del sur y sus casas eran tabernas Municipio de Quito en el 2006, a En la actualidad, este ba-
que ofrecían chicha a los recién lle- través del Fondo de Salvamento, rrio se ha convertido en uno de los
gados. rescató su imagen e historia: re- centros turísticos más importantes
cuperó la arquitectura original de de la urbe, donde acuden misterio-
Hoy caminar, en la noche, la calle La Ronda-Morales. Por lo samente la historia, la arquitectura,
por esta calle estrecha, rellena de pronto, cuatro casas se convirtie- la bohemia y el arte, en un pintores-
piedra, larga y sinuosa, henchida ron en galerías de arte y de exposi- co escenario multicolor que ofrece
de luces y banderas nos embruja: ciones culturales. actividades culturales y turísticas:
pareciera que un Quito de antaño platos típicos, picanterías, restau-
colonial se congeló ahí. La Ronda, La historia nos cuenta que rantes, bares, discotecas, hoteles,
está ubicada en pleno centro de en la esquina de las calles Morales tiendas de suvenires y artesanías.
Quito, a pocos metros de la Plaza y Venezuela se encontraba, escon- Descubrir tantos encantos en un
de Santo Domingo, desde el Termi- dido tras las fachas de una tienda pequeño lugar se vuelve posible
nal hasta la 24 de Mayo. La Ronda maltrecha, “El Murcielagario” un al visitar este tradicional rincón del
insinúa ser dueña de su pasado y burdel clandestino frecuentado patrimonio quiteño.
su presente. Un barrio que recoge por la generación de los poetas y
los pasos de los personajes de le- bohemios quiteños de los años 30 Por: Mary Cabrera Hernandez.
yendas y tradiciones.
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