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EL AUTOR Y SU OBRA
Ejercicios del relámpago 1
Por Marcelo Báez Meza
iñetas. Textículos. Poes (¿por Edgar Allan Poe?). Ficción qué amigos lo han agregado en el Facebook. Estamos en una
de taza de café (¿o era de té?). Microficción. Microlitera- era donde el silencio ya no tiene privilegios. Vivimos rodeados
tura. Sudden fiction. Short short fiction. Son tantos los de ruidos, pitidos, alarmas, alertas, tonos diversos de teléfonos
V rótulos. Tantas las formas de nombrar a esta tendencia móviles…
narrativa del nuevo milenio. El vértigo de la época es un cultivo de Estos ejercicios del relámpago no pretenden devolverle al
caldo o caldo de cultivo para contar historias mínimas. Es arrojar al lector el silencio perdido. Tampoco procuran recuperar del todo
agua una pequeña piedra que originará el mayor número posible el reino de las maravillas. Este libro es un pequeño divertimento y
de círculos concéntricos. El autor de este libro ha arrojado una únicamente quiere que el lector juegue de la misma manera que
minúscula roca y es una veintena de esferas de agua que se han su autor lo hizo. Y recordar, lúdicamente también, que solo somos
formado. Ocasión perfecta para tergiversar la metáfora pugilística notas a pie de página de un gran texto que sigue escribiéndose.
de Cortázar. Si la novela vence al lector por puntos y el cuento le
gana al lector por knock out, el microcuento implica derribarlo
antes de que se suba al cuadrilátero. Más metáforas vienen. La
eyaculación cuentística precoz. El mensaje de texto narrativo. La
muerte súbita del tenis literario. El sonetito de la prosa o de la
prisa. El penalti de la cancha de la ficción. El gol de oro en tiempo
extra. Mejor regresemos al símil del pugilato: el microtexto como
el suspiro del boxeador.
La micronarración como el nuevo altar de la literatura. En este
libro es importante el diálogo entre texto e imagen. No es gratuito
citar a Lewis Carroll:
Alicia estaba empezando a sentirse muy cansada de estar
sentada junto a su hermana en la orilla del río, y de no tener
nada que hacer: una o dos veces había echado un vistazo al
libro que estaba leyendo su hermana, pero no tenía dibujos ni
diálogos. «¿Y para qué sirve un libro, –pensó Alicia, – sin dibujos,
ni diálogos?»
Ante la pregunta de la pequeña lectora surgen opciones de
respuesta. Quizá un libro hecho solo de letras ya no sirva para
nada a estas alturas del milenio. En el fondo todos somos como
ella: ansiamos entrar al país de las imágenes.
Cada época construye su lector. El de esta parece ir
por la periferia de la tecnología. Lector ocupado. Desatento.
Desconcentrado. Envuelto en el tráfago de la tecnocracia,
pendiente de su teléfono móvil, su Blackberry, obsesionado por
saber qué nuevos e-milios han llegado a su buzón de entrada o 1 Tomado del libro Bonsáis (Lima, Editorial Pilpinta, 2010)
la nueva novela de
KAHLED HOSSEINI
www3.wabash.edu/ecuador/lit_baez.html el autor de Cometas en el cielo y Mil soles esplendidos
<< Las dotes narrativas de Hosseini han aumentado
con el paso del tiempo [...], logra convertir las vidas de
sus personajes en una conmovedora obra coral, con
su capacidad de ahondar en las vidas de estos
The New York Times
240 3718
www.khaledhoseinifoundation.com personajes y su potencia como narrador>>
www.khaledhosseini.com www.oceano.com.ec