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Por qué leemos? El libro en su mundo

cinco autores dan cinco posibles respuestas
Cristina Domínguez / www.libropatas.com
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ay muchas respuestas a la clásica pregunta de ¿por menos para mí, era formar parte de un intercambio entre
qué leemos?, y todas son ciertas. Leemos para conciencias, una forma en la que los seres humanos hablan
Hpasarlo bien, para evadirnos, para vivir otras vidas, los unos con los otros sobre temas de los que normalmente
para entender mejor la nuestra, para aprender cosas, para no hablamos”.
matar el tiempo, para soñar, para disfrutar, etc, etc, etc. También E.B. White hace hincapié en la magia de la
Leer es un placer único e irrenunciable, pero cuando uno comunicación: “Leer es el trabajo de una mente alerta,
analiza de cerca esa necesidad imperiosa de tener un libro es exigente, y bajo las condiciones ideales produce
en las manos, cuesta llegar al quid del asunto. finalmente una especie de éxtasis. Como en la experiencia
Para ayudarnos en esa difícil misión, qué mejor que recurrir sexual, nunca hay más de dos personas presentes en el
a grandes lectores que son también grandes escritores y, acto de leer -el escritor, que es el fecundador, y el lector,
por lo tanto, son capaces de expresar mejor las ideas que que responde-. Esto da a la experiencia de la lectura una
bullen en sus cabezas (sobre, por ejemplo, aquello que les sublimidad y un poder inigualable por ninguna otra forma
empuja a leer). de comunicación”.
Para la poeta Wislawa Szymborska la magia de la literatura La ensayista Rebecca Solnit lo explica de una manera
radica en que nos hace (al menos por un rato) libres: “Estoy más poética: “Como muchos otros que acabaron como
pasada de moda y creo que leer libros es el más glorioso escritores, desaparecí en los libros cuando era muy joven,
pasatiempo que la humanidad ha ideado, soy una persona desaparecí en ellos como alguien que entra corriendo en el
anticuada que cree que leer libros es el pasatiempo más bosque. Lo que me sorprendió, y aún me sorprende, es que
glorioso que la humanidad ha creado. El homo ludens había otro lado en el bosque de las historias y la soledad,
baila, canta, realiza gestos significativos, adopta posturas, que llegué del otro lado del bosque y allí conocí gente. Los
se acicala, organiza fiestas y celebra refinadas ceremonias. escritores son solitarios por vocación y necesidad. A veces
Para nada desprecio la importancia de estas diversiones; pienso que la prueba no es tanto el talento, que no es tan
sin ellas, la vida humana pasaría sumida en una monotonía raro como la gente cree, sino el propósito o la vocación,
inimaginable y, probablemente, dispersa y vencida. Sin que se manifiesta en parte como la habilidad para soportar
embargo, son actividades en grupo sobre las que se mucha soledad y seguir trabajando. Antes de que los
eleva un mayor o menor tufillo de instrucción colectiva. escritores sean escritores son lectores, viviendo en los
El homo ludens con un libro es libre. Al menos, tan libre libros, a través de los libros, en las vidas de otros que son
como él mismo sea capaz de serlo. Él fija las reglas del también las cabezas de otros, en un acto que es tan íntimo
juego, subordinado únicamente a su propia curiosidad. y sin embargo tan solitario”.
Puede permitirse leer libros inteligentes, de los que sacará Por último recurrimos a Harold Bloom, aunque solo sea
provecho, así como estúpidos, de los que quizá también porque ha publicado un libro entero titulado “¿Cómo
aprenda algo. Puede parar antes de acabar un libro, si lo leer y por qué?”: “En definitiva leemos –algo en lo que
desea, mientras empieza otro por el final y lo recorre a concuerdan Bacon, Johnson y Emerson– para fortalecer
la inversa hasta el principio. Puede reir en los momentos nuestra personalidad y averiguar cuáles son sus auténticos
inadecuados o paralizarse ante las palabras que recordará intereses. Este proceso de maduración y aprendizaje nos
toda la vida. Y finalmente, es libre -y ninguna otra afición hace sentir placer, y ello es la causa de que los moralistas
promete esto- para escuchar a escondidas las disertaciones sociales, de Platón a nuestros actuales puritanos de
de Montaigne o sumergirse en el Mesozoico”. campus universitario, siempre hayan reprobado los valores
Mientras que David Foster Wallace prefiere centrarse en estéticos. Sin duda, los placeres de la lectura son más
la dimensión divertida: “La ficción para mí, principalmente egoístas que sociales. No se puede mejorar de forma directa
como lector, es una extraña espada de doble filo. Por un la vida de nadie leyendo mejor o más profundamente. No
lado, puede ser difícil, redentora, moralmente instructiva puedo por menos que sentirme escéptico ante la tradicional
y todas esas cosas que aprendemos en la escuela, por el esperanza de la sociedad, que da por sentado que el
otro, se espera que sea divertida, es muy divertida. Y lo crecimiento de la imaginación individual ha de conllevar
que me llevó a escribir fueron sobre todo los recuerdos de inevitablemente una mayor preocupación por los demás,
tardes de lluvia muy divertidas pasadas con un libro. Era y pongo en cuarentena toda argumentación que relacione
una especie de relación. Creo que parte de la diversión, al los placeres de la lectura personal con el bien común”.

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