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A libro abierto

LIBRO Y CINE:

Lugares dispares, lugares encontrados

Por: Federico Koelle

Tratar el asunto de la relación entre letras y cine pue- critor. Un guión está concebido para desaparecer y con-
de implicar tantas variantes, en tanto temas y formatos, vertirse en otra cosa. Es ya una película, lo que pone al
que si no se dejan claras, no sólo la naturaleza de cada escritor en un plano más audiovisual que literato, pues
discurso, sino también la naturaleza de los roles desde éste debe tener las nociones lo más precisas posibles
la cual uno defiende su percepción, podría generar con- del montaje y de producción. En este sentido, es un
flictos en más de un público. error común afirmar que aquel es mejor que tal, al ser
cada uno de naturaleza distinta de la otra.
Una de esas relaciones que ha generado más
de una discusión, trata sobre la adaptación del libro al Pero entonces, ¿qué es aquello de lo que nues-
cine. ¿En cuántas ocasiones no hemos escuchado decir tro público se aqueja periódicamente? El problema de la
del público insatisfecho “mejor es el libro”? Y es que si adaptación quizá no pasa por lo figurativo, la estética de
bien ambos son textos, el uno dispone para las páginas lo representado, ni la fidelidad de lo contado, sino por
lo que el otro para la pantalla. Aun cuando puedan guar- algo anterior, el sentido que reside en un texto y busca
dar similitudes en construcción de estructuras dramáti- ser encontrado en esta operación de trasplante a otro
cas, cada uno tiene su propio lenguaje. Los movimientos cuerpo.
de cámara, las variables diegéticas, elementos propios Más allá de esta relación entre libro y cine, en
de un tratamiento cuya imagen y sonido se escriben al el terreno de la producción, se pueden encontrar otro
unísono. Esto habla también del roll del escrito y del es- tipo de alianzas dentro del marco del entretenimiento

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