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PARA LEERTE MEJOR
Edgar Freire Rubio
El libro usado
y las librerías de segunda mano
“Quien haya recorrido la ciudad hace algunos
años extrañará un sinnúmero de negocios
libreros de venta de libros de “segunda mano”
–no propiamente anticuarios- desperdigados
en los recovecos de nuestros barrios coloniales,
asomaban sus destartaladas vitrinas exhibiendo
algunos apetitosos y extraños títulos. Algunas
tiendas eran clásicas especialmente la que
estaba en la plazuela de la Marín y otra que se
escondía en el zaguán de una casa de las calles
Imbabura y Rocafuerte.”
Tomado del libro: ESAS VIEJAS LIBRERÍAS DE QUITO.
Edgar Freire Rubio
fotografía tomada en SUR LIBROS
Por Redacción Visión EPS
in dejar de evocar su trayectoria por tres librerías de la capi- Institución a través de esta desaparecida Librería. Y era también
tal, no pone a dudar de que su verdadera casa fue librería Oswaldo Orbe que alimentaba a la biblioteca de la PUCE. Todo lo
CIMA. Y para él no hay asombro de su conocimiento sobre demás, se acomodaba en la más rica sección que almacenaba esta
S el libro de segunda mano. Recuerda que su maestro Luis A. empresa. Tanto era su importancia, que en varios testimonios de
Carrera, de cuando en vez, compraba bibliotecas o saldos de ellas intelectuales ecuatorianos, aseveran que el mejor sitio para hallar el
que pertenecían a intelectuales prominentes de nuestra ciudad. Y libro ecuatoriano fue siempre la CIMA. Librería que fue un referente
siendo la CIMA una empresa que ponía pasión por el libro ecuatoria- cultural.
no, obviamente, los libros usados eran de esta materia y autoría. Y no Édgar pone énfasis en señalar que los negocios libreros
solo libros, sino revistas y mucha con libros usados deben constituirse como centros de acopio
folletería. Material que casi de textos valiosos que contradigan a ese viejo pretexto de no
siempre, el primer clien- leer porque el libro es costoso. Ser una opción para incentivar
te era el Banco Central la lectura con precios nada abusivos y que inclusive haga que
del Ecuador. el libro pirata se vuelva detestable.
Irving Zapater Por sus lecturas, da datos en el sentido de que en
tuvo el acierto América Latina y muchos países del mundo, el libro usado
de enri- es un receptorio de una riqueza bibliográfica sin precedentes.
quecer Los especialistas acuden a estos centros porque brindan
la Bi- información al día, avalada por la tecnología. Hay una
verdadera red de información en donde se puede consultar
ediciones, precios y calidad de los libros que se comercializan.
Lamenta profundamente que en el país (y especialmente
en Quito, Guayaquil, Cuenca) todo sea muy rudimentario
y desaseado. Calcula que en nuestra ciudad deben haber
bliote- unas 25 librerías de libros usados, pero apenas un 20 por
ca de ciento dan valor al libro y al autor ecuatoriano. Considera que
esta quienes manejan estos negocios son personas improvisadas,
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