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sus  formas  invariablemente  distintas,                          mí no existían en esas otras Rayuelas.
             como  un  caleidoscopio  en  constante                            La Maga también ha cambiado. A pesar
             movimiento.                                                       del tiempo transcurrido hoy me parece
                                                                               más atractiva. Los años, sin duda, la han   A libro abierto
             Las Rayuelas que me ha tocado vivir                               embellecido. Pero hoy la imagino más
             -tres hasta ahora-, son tan diferentes                            frágil,  como  derrotada  de  antemano
             que en ocasiones he llegado a pensar                              por la tragedia que se cierne sobre ella
             en las travesuras de los duendes de mi                            desde el inicio. En esta historia reciente
             biblioteca, o que, quizás, es el gran Julio                       su amor por Oliveira se ha intensificado,
             el que acude a cada estantería, a cada                            la pasión se le desborda en cada
             desván, a cada librería de libros viejos,                         encuentro, aunque él siga aferrándose
             a todos y cada uno de los lugares en                              a que lo suyo es puramente físico. La
             que ella se encuentre, para sacudirla                             muerte  de su  hijo,  Rocamadour,  la
             con suavidad, una vez o dos a lo mejor,                           aplasta,  igual  que  antes,  o  quizá  más
             y  así  enredar de  nuevo  las palabras                           que antes, y por eso supongo que su
             formando con ellas otra historia.                                 final ha sido más trágico.

             En esta última lectura me he                                      Me  quedé  deslumbrado  en  esta
             encontrado a los viejos personajes, por                           lectura con Morelli, con Trepat y Pola,
             supuesto, pero con  actitudes y voces                             con el capítulo 5, y, como siempre, con
             distintas,  también  algo  cambiados  en  su  fisonomía,   el 7, que curiosamente no cambia.
             avejentados ciertamente. Horacio Oliveira, por ejemplo,
             en esta nueva historia me parece que ha madurado; sus   Con mucho cuidado, tras un leve movimiento de manos,
             reflexiones se sostienen ahora en cimientos sólidos, en   cerré el libro al finalizar el capítulo 56. Traté de que la
             una enorme riqueza cultural, mucho más amplia hoy,   corriente de aire fuera mínima, de que las palabras no
             cincuenta años más tarde, que en su primera aparición.   se revolvieran apenas, y entonces lo abrí otra vez, con
             No en vano ha leído tanto, ha descubierto autores como   delicadeza, en la primera página, capítulo 1, pero fue
             John Dos Passos o Roger Martin Du Gard, que antes para   igual, la historia ya no era la misma.









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