Page 11 - Leo27
P. 11

No me ref ero al uso que unos pocos estudiantes
                                                                 hacen del internet para despejar dudas o para ampliar
                                                                 la aproximación informativa a algún tema, sino su uso
                                                                 generalizado de las redes sociales y el chateo ¿Habrá,
                         Qué raro resulta ver                    entonces, alguna relación entre las dos situaciones
                   a alguien sentado en una banca                antes descritas, la poca disposición para la lectura y el
                        de un parque leyendo,                    intensivo uso de la comunicación digital personalizada,
                     o haciéndolo mientras viaja                 especialmente entre las generaciones más jóvenes?
                        en transporte público.
                                                                 Aquí resulta necesario apoyarnos en algunas

            Quienes nos hemos dedicado al mundo de la docencia   ref exiones de pensadores del asunto. Walter Ong es
            universitaria, por ejemplo, seguimos utilizando libros   un estudioso del problema del lenguaje y en especial,
            como recurso básico en el proceso de enseñanza-      de sus formas orales.  En su obra “  “ aborda la relación
            aprendizaje. Al hacerlo, cada vez con más claridad   entre la oralidad y la escritura, lo que, dada a su vez
            nos damos cuenta que estamos asistiendo a un         la relación entre lectura y escritura, bien podría tal
            proceso de crecimiento y profundización de los       relación ser extendida a ésta última. Ong plantea que
            grados de dif cultad para entender ciertos textos,   la condición oral básica del lenguaje es permanente
            casi de inmediato nos damos cuenta que en la         y que  la escritura se entiende como la posibilidad
            mayoría de ellos el problema es que “no tienen por   de extender la potencialidad del lenguaje. Para Ong,
            costumbre” leer, y que por ende, no lo hacen sino    “leer” signif ca convertir el lenguaje en sonidos, en voz
            cuando están obligados, especialmente en el ámbito   alta o dejar volar la imaginación, tal como hacemos
            de su formación educativa.                           cuando leemos obras de f cción o de poesía. Por
                                                                 tanto, af rma categóricamente Ong, la escritura nunca
                                                                 puede prescindir de la oralidad. Podríamos agregar
                                                                 que también cuando se lee se “conversa” con el autor,
                                                                 tanto así que a veces lo maldecimos cuando no lo
                                                                 entendemos.


                                                                 ¿Será entonces que  las nuevas  formas de  lecto-
                                                                 escritura que practican los usuarios de las redes sociales
                                                                 en sus chats, twitters y otros mensajes de texto, y
                                                                 que nos remite a formas efímeras y perecederas –
                                                                 puesto que difícilmente se vuelve a releer un mensaje
                                                                 o a trabajarlo cuidadosamente antes de enviarlo, nos
                                                                 están señalando que nuestra cultura no solamente
                                                                 tiende con fuerza hacia la primacía de lo visual, sino
                                                                 conserva una herencia histórica de preservación de la
            Así,    me  he  topado  con  que  estudiantes  de    comunicación oral-conversacional- que def niría  muy
            comunicación social no leen prácticamente nunca      bien en lo que Ong denomina “oralidad secundaria?
            los periódicos, siquiera. Las encuestas acerca de los
            hábitos de lectura entre los ecuatorianos revelan, por   De todas formas, lo que queda en duda aún son
            su parte, que la magnitud del problema es aún mayor   los efectos que estas nuevas formas de lectura
            entre otros estratos de la población. Qué raro resulta   y de escritura digitales tengan en el proceso del
            ver a alguien sentado en una banca de un parque      pensar, puesto que también se podría af rmar que
            leyendo, o haciéndolo mientras viaja en transporte   el inmediatismo y el presentismo que generalmente
            público. Incluso, a veces uno entra a una biblioteca y   conllevan  tales  contenidos,  estarán  produciendo
            causa asombro ver a tan poca gente o ver a la gente   un  empobrecimiento  del  propio  pensamiento,  y  por
            presente con tan poca concentración en el ejercicio   ende volviéndose un obstáculo creciente para una
            de leer. Sin embargo y por el contrario, ya no causa   participación activa de todos en la transformación de
            asombro el uso del celular en las aulas.             la realidad acorde nuestras necesidades y sueños.




                                                                                                    A LIBRO ABIERTO   9
   6   7   8   9   10   11   12   13   14   15   16